Año: 2011. País:
España. Estreno: 13-05-2011. Género:
Documental. Duración: 75 m. T. original:
Alexia. Dirección: Pedro Delgado. Intérpretes:
Miriam Fernández (Voz de Alexia), Richard del Olmo (Voz de Hugo), Ignacio
Aramburu (Voz de Paco), Mila Fernández (Voz de Moncha), María Teresa Neila
(Voz de Celes). Guión: Pedro Delgado,
Jerónimo José Martín. Fotografía:
Moncho Rebón. Música: Íñigo
Guerrero. Montaje: Juan Sánchez. Producción:
Formato Producciones, Alquitara Films, European Dreams Factory. Distribuidora:
European Dreams Factory.
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Este documental de creación reconstruye la vida de Alexia
González-Barros González (Madrid, 7 de marzo de 1971 – Pamplona, 5 de
diciembre de 1985), una adolescente que está en proceso de beatificación
desde 1993, sobre todo por la fe, entereza y alegría con que afrontó la
enfermedad. En efecto, Alexia falleció a los catorce años a causa de un
tumor en la columna vertebral. Y, desde su muerte, su devoción se ha
extendido por los cinco continentes. Narrado en primera persona por la
propia Alexia y por su ángel custodio, Hugo, el filme incluye testimonios de
sus familiares, profesoras y amigas, de los médicos y sacerdotes que la
ayudaron, y de varios expertos en procesos de canonización. Todo ello,
ilustrado con abundante material fotográfico y fílmico, numerosos fragmentos
de las películas domésticas rodadas por su familia e ilustraciones
divertidas de algunos episodios significativos de su vida. |
- Alexia González-Barros inspiró la película
Camino, de Javier Fesser, que para
Martín "ofreció una visión deformada y falsa de su vida".
- Según el director "tenía que votar en los
Goya y me llegó una película
que hablaba de un cáncer. Me rebelé contra la idea de visionarla. En mi
ámbito familiar estaba viviendo dos y uno anterior había tenido un final
trágico. Que vean penas quienes no las tengan, pensé. Pero, me sentía
mal por no hacerlo, a fin de cuentas era una tarea relacionada con mi
trabajo. Y no siempre gusta lo que se está haciendo. Por fin, con
desgana inicié el visionado. Y me enganchó, la película estaba muy bien
hecha. La vida de una adolescente y el mazazo inesperado de la
enfermedad… Me emocionó. Pero según pasaban los minutos también comencé
a detectar cosas sospechosas, lo que me parecían recursos de guión: su
noviete se llamaba Jesús y ella delirando decía "quiero a Jesús",
entonces su madre interpretaba que no hablaba del muchacho sino de
Jesucristo. Como ésa detecté otras causalidades (debería entrecomillar
la palabra) y mi vencida actitud emocional ante el relato audiovisual se
tornó en malestar. Recordé el chiste del profesor que decía: "Mañana doy
una conferencia". "¿Contra quién?" Le replicaba un colega. El trasfondo
del film tenía la misma pinta. Pero al final, sobre negro había una
sorprendente dedicatoria: "A Alexia González-Barros",y por lo inusual se
me quedó el nombre. Eran días de Navidad, buscando regalos para mi mujer
me topé con un libro de cubiertas luminosas que hablaba de la citada
adolescente y mostraba varias fotos. Me gustó su cara, no era tan guapa
como la actriz, pero sí muy atractiva y de mirada inteligente. Tenía la
familiaridad de la modernidad, de lo muy próximo. Era… tan de ahora ¡Y
en proceso de canonización! Me lo llevé. i mujer se lo leyó en tres
días, le gustó.Luego de otro tirón lo leí yo y también me gustó. A ambos
nos había parecido que su verdadera andadura por la vida era mucho más
atrayente que lo que habíamos visto días antes. ¿En virtud de qué habían
desaprovechado tan buena historia? No tardé en llegar a una conclusión,
Alexia merecía un documental. Pero se me venían encima dos problemas
inevitables, encontrar un productor (que no era fácil) y algo aún peor,
la peli que había visto pretendía inspirarse - o no sé qué - en una
familia viva y vapuleada a la que yo tenía que dirigirme para exponerle
mi idea. Eran los hermanos de Alexia, quienes habían asistido al
descrédito en el que pretendió sumirles aquel film. Pero nadie se les
había acercado a preguntarles, a pedirles opinión y menos aún permiso.
Me recibieron… Y resultó que había muchas cosas por descubrir".
- Alexia González-Barros González nació en Madrid, el 7 de marzo de
1971 A partir de los cuatro años hasta el comienzo de su enfermedad,
cursó sus estudios en el colegio Jesús Maestro, de la Compañía de Santa
Teresa de Jesús. Hasta entonces, su vida es como la de cualquier otra
chica de su edad: el colegio, sus amigas, sus aficiones, su vida
familiar. Quienes la conocieron ponen de relieve su buen carácter, su
alegría, la importancia que daba a la amistad y su profunda fe. También
hablan del cariño que sentía por sus padres y hermanos y de cuánto
agradecía la formación que había recibido de ellos. El 8 de mayo de
1979, coincidiendo con las Bodas de Plata de sus padres, hace la Primera
Comunión en Roma, en la cripta de la Iglesia de Santa María de la Paz.
Una dura enfermedad irrumpe en su vida, brusca e inesperadamente, en
febrero de 1985, poco antes de cumplir 14 años: un tumor canceroso en
las cervicales la deja en poco tiempo completamente paralítica. Durante
diez meses, sufre cuatro operaciones, una de ellas de diecisiete horas,
soporta molestos aparatos ortopédicos, agotadoras sesiones de
rehabilitación, tratamientos de radioterapia y quimioterapia, un
importante dolor físico y la permanente inmovilidad. A pesar de todo,
Alexia no pierde la paz y la alegría. Fallece finalmente el 5 de
diciembre de 1985. En la actualidad permanece abierta la causa de
beatificación de Alexia González-Barros. El Decreto de Validez fue
otorgado por la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos el 11
de noviembre de 1994.
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