Año:
2010.
País:
Francia.
Estreno:
14-01-2011.
Género:
Drama.
Duración:
122
m.
T. original:
Des hommes et des dieux.
Dirección:
Xavier Beauvois.
Intérpretes:
Lambert WIlson (Christian), Michael Lonsdale (Luc), Olivier Rabourdin (Christophe),
Philippe Laudenbach (Célestin), Jacques Herlin (Amédée).
Guión:
Etienne Comar.
Fotografía:
Caroline Champetier. Música:
Varios. Montaje:
Marie-Julie Maille. Producción:
Why Not Productions, Armada Films, France 3 Cinéma. Distribuidora:
Golem.
Sinopsis
Un monasterio en las montañas del Magreb
en los años noventa. Ocho monjes cistercienses viven en perfecta armonía con
la población musulmana. Un grupo de fundamentalistas islámicos asesina a un
equipo de trabajadores extranjeros y el pánico se apodera de la región. El
ejército ofrece protección a los monjes, pero estos la rechazan. ¿Qué deben
hacer? ¿Irse, quedarse? A pesar de la creciente amenaza, empiezan a darse
cuenta de que no tienen elección y deben quedarse, pase lo que pase.
Dirección
Dirige el
también actor Xavier Beauvois (Auchel, Pas-de-Calais, Francia, 1967) tras Nord (1991), No te olvides que vas
a morir (1995), Le vent de la nuit (1999)
y Según Matthieu (2002). Como
actor se le ha podido ver recientemente en Villa Amalia.
Referencias
La película se basa a grandes rasgos en
la vida de los monjes cistercienses del Tibhirine, en Argelia, desde el
año 1993 hasta su secuestro en 1996. La historia empieza varias semanas
antes de que los guerrilleros den un ultimátum ordenando a todos los
extranjeros que salgan del país. Los monjes llamaban al ejército “los
hermanos de la llanura” y a los guerrilleros, “los hermanos de la
montaña”. No tenían nada de ingenuos, eran conscientes de que pisaban una
delgada línea entre dos bandos y que su posición era muy ambigua. La
película de Xavier Beauvois adopta el punto de vista de los monjes y el
ritmo de la vida en un monasterio cisterciense.
El secuestro y asesinato de los siete
monjes franceses del Tibhirine en 1996 marcó el apogeo de la violencia y
de las atrocidades que azotaban Argelia como resultado del enfrentamiento
entre el gobierno y grupos extremistas decididos a derrocarlo. La
desaparición de los monjes, atrapados entre ambos bandos, afectó
profundamente a unos gobiernos, a la comunidad religiosa y a la opinión
pública internacional. La identidad de los asesinos y las circunstancias
exactas de su muerte siguen siendo un misterio. El caso está en los
tribunales franceses desde 2003. Algunos documentos recientemente
desclasificados quizá ayuden a despejar el misterio en los meses
venideros.
Los monjes cistercienses-trapenses basan
su vida monástica en la Biblia, la Regla de San Benito (escrita en el
siglo VII) y los escritos de los padres del monacato. Sus rezos siguen la
antigua tradición monacal. La “liturgia de las horas” es una oración
comunitaria basada mayormente en los Salmos y celebrada en la capilla
siete veces al día. Los cantos son una parte esencial de los rezos y del
ritmo de la vida cisterciense. Los monjes cistercienses optan por el
silencio durante la mayor parte del día, pero su vida también se rige por
las enseñanzas del superior o abad, y por los intercambios entre monjes
durante los Capítulos. Todas las decisiones importantes se toman durante
el Capítulo. Todo se decide mediante votación precedida por una
conversación privada en el despacho del abad. Los cistercienses-trapenses
no tienen una misión apostólica de evangelización y no practican el
proselitismo. La Regla de San Benito exige que los monjes alberguen al
prójimo y compartan con él, “sobre todo con los pobres y los extranjeros”,
y los que sufren. Fomenta el trabajo manual y las relaciones con los
vecinos durante periodos de inseguridad y restricciones.
Beauvois declara que "estamos en una sociedad en la que
hay que moverse deprisa, en especial a través de la publicidad y los
videoclips. Creo que el espectador es inteligente, que entenderá el ritmo
de la película. No tengo ningún motivo para hacer ajustes rápidos en mi
película, sobre todo cuando refleja la vida de monjes", para añadir
que "actualmente, con el debate sobre el burka, tenemos incluso
ejemplos de políticos que utilizan la religión con fines perversos. Sin
embargo, existen problemas mucho más importantes, en concreto los que
afectan a las personas sin hogar, los problemas económicos, los
agricultores que se encuentran al borde del abismo...Tengo amigos
musulmanes que están realmente cansados de este debate artificial,
cansados de vivir en el ostracismo".
Se presentó en la sección oficial del
Festival de Cine de Cannes
2010 donde consiguió el Gran Premio del Jurado.