Con un comienzo inquietante con coros para ensalzar la atmósfera y con la melodía en crecendo para recrear el ambiente terrorífico, la música es liviana, para tratarse de una historia de terror, quizás con la intención de humanizar la trama o los personajes. En un tono unísono durante toda la trama, con los toques específicos de exaltación para las escenas adecuadas, la partitura peca de monótona, aunque hay momentos de verdadera lucidez que merece la pena rescatar. Vienen incluidas cuatro canciones dentro de las nuevas tendencias musicales del dance que más de un coleccionista agradecerá, siendo la mas comercial, la que cierra el CD.