Roque Baños en Frágiles ha creado una estupenda partitura de misterio, recreando la acción con una gran maestría, acercándose bastante a grandes clásicos de la cinematografía. El piano nos da una parte de la partitura más delicada, más íntima, sin huir de la intriga, en ciertos momentos, y en otros, haciendo más humano dicho texto musical. También el uso de las cuerdas nos acerca más a los personajes que a la acción. La parte más escalofriante es densa en instrumentación, acompañada en ocasiones de coros para realzar la escena. Dichos coros se usan también en algunas partes de la obra para dar más intriga o para acercarnos a personajes y situaciones, dependiendo de la intencionalidad de la acción rítmica. Irritante y chirriante, la música logra ponernos los pelos de punta y sobrecogernos en gran parte de la composición. La utilización de la orquesta completa recuerda a grandes compositores de los años 50, como bien he dicho al principio. Y el tema de la protagonista es verdaderamente hermoso. En definitiva una gran obra.