Tras el descalabro musical de la segunda parte de Harry Potter, John Williams se hace merecedor de una estupenda banda sonora donde inventa, imagina, da rienda suelta a su creatividad y nos ofrece uno de los mejores  álbumes de la saga. Utiliza el jazz, la música tétrica, el waltz y las grandes orquestaciones para deleitarnos con una composición a la altura de Harry Potter y el prisionero de Azkabán, dirigida por Alfonso Cuarón (¿quizás sea por eso el giro de Williams?) Algún tema que gracias a los coros nos transporta a otros mundos mágicos, evidentemente, y que nos recuerda a ese gran compositor Danny Elfman; otra composición con aires épicos nos traslada a mundos olvidados; otra con tono nostálgico a un tiempo pasado, y así se podría seguir tranquilamente, pues Williams ha reinventado la música de Harry Potter, que ya era hora. De todas formas, para fans, el tema principal que se hizo famoso en la saga también suena, aunque no constantemente como antes. Incluye pista multimedia para los mas fans.