Aires mediterráneos, el flamenco más suave rozando la composición, la tristeza más sutil y a la par penetrante, melódicas voces arábigas y una continua guitarra nos hace trasportarnos a esa tierra de Poniente donde la amargura de haber dejado su tierra se une a la desconfianza del resto de las personas que están observando su llegada. Ángel Luis Samos y Tao Gutiérrez nos introducen en el doloroso mundo de los emigrantes con una excepcional banda sonora, donde la nostalgia es predominante en cada una de las notas de la partitura. Una maravilla.