Retrasado el estreno de esta película por el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York, y cambiado el cartel original donde aparecía la bandera norteamericana cayendo, es más que probable que la partitura también haya tenido sus pequeñas modificaciones. Si ha sido así, nunca lo sabremos. Pero el aire que envuelve a esta composición es de una exaltación muy cercana a las películas militares de los años de la guerra fría. Una sinfonía que en momentos es repetitiva, quizás para reforzar ese aire patriótico. Sin ser el mejor trabajo de Jerry Goldsmith al menos cubre expediente, sobre todo si tenemos en cuenta al filme que arropa. Un par de canciones interpretadas por John Hammond y Dean Hall, al más puro estilo de la música americana de carretera, son el contrapunto de esta banda sonora.