Sin duda Rachel Portman demuestra que el campo de la composición para cine nos es terreno exclusivo de los hombres. Son varias las ocasiones en las que sus partituras nos han encandilado de una forma especial, y por ello le llevó a ganar el Oscar por Emma en el año 1996. En La guerra de Hart vuelve a estar al mando de una ardua labor, como es ponerle música a un hecho real acontecido en la Segunda Guerra Mundial. Huyendo de los tópicos exultantes en este tipo de producciones Portman ha preferido la humanidad de la trama, y con suaves pero insistentes notas, roza la tristeza más templada, con toques épicos y momentos dolorosos. Una parte de la historia que sufrieron muchas personas y que esta genial autora ha plasmado con armonías que solo ella es capaz de crear.