En algunos momentos cierta tonadilla nos recuerda otra película del género que ganó un oscar en el 93 (y que por respeto no especifico) Tal vez en ella se ha basado para componer esta obra el señor Horner, no en "Salvar al soldado Ryan" (hay todavía ciertos periodistas que se emperran en comparar, tanto musical como argumentalmente) Pero también se denota cierta influencia de Shostakovich, del más puro clasicismo. Los coros parecen venidos de una película de fantasía más que de acción, trama cercana a la intriga y de guerra cruel y dura, como lo fue la Segunda Guerra Mundial. James Horner, precedido por sus excelentes trabajos, ha intentado, tal vez, crear una sinfonía en honor a la batalla más desgarradora de esta última gran guerra del siglo pasado. El resultado: una mezcla un tanto extraña, ya que llega a ser en momentos repetitiva. Podría haber estado a la altura del filme de Jean-Jacques Annaud en todo su contexto y no en partes aisladas. Aunque Horner cumple, se podría superar.