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ENCONTRARÁS DRAGONES

ENCONTRARÁS DRAGONES


Año: 2011. País: USA, Argentina, España. Estreno: 25-03-2011. Género: Drama. Duración: 120 m. T. original: There be dragons. Dirección: Roland Joffé. Intérpretes: Charlie Cox (Josemaria), Wes Bentley (Manolo), Dougray Scott (Robert), Unax Ugalde (Pedro), Olga Kurylenko (Ildiko), Jordi Mollà (José). Guión: Roland Joffé. Fotografía: Gabriel Beristain. Música: Stephen Warbeck. Montaje: Richard Nord. Producción: Mount Santa Fe. Distribuidora: Aurum.

  
Sinopsis

Cuando Roberto Torres, un periodista de investigación que vive en Londres, visita España en 1982 para hacer una serie de investigaciones sobre el Opus Dei, institución sobre la que piensa escribir un libro, se encuentra con un muro. Su más preciada fuente de información, su padre, Manolo Torres, se resiste a contarle la dolorosa historia que le relaciona con el fundador, Josemaría Escrivá. La historia se remonta a principios del siglo XX. Aunque Manolo y Josemaría eran amigos desde la infancia, sus vidas tomaron unos derroteros radicalmente distintos. Josemaría, el hijo mayor de una familia unida, marcada por una serie de muertes trágicas, se convirtió en un sacerdote lleno de ideales; mientras que Manolo –hijo de un rico industrial, que lo educó de forma autoritaria y fría– fue desarrollando con el paso de los años un odio implacable hacia los sindicato y la revolución. A mediados de los años treinta, cuando España entró en la espiral que la condujo hasta una guerra fratricida, Manolo simpatizó con el bando nacional y se infiltró en las filas republicanas como espía. La doble vida de Manolo se complicó aún más al enamorarse locamente de una bella húngara revolucionaria, Ildiko, que lo rechazó desde el primer momento, prefiriendo a un valiente líder revolucionario, Oriol. Desde aquel momento, el odio y la venganza comenzaron a echar raíces en el corazón de Manolo, provocando unas consecuencias brutales en sus vidas. Mientras tanto, en otro lugar de Madrid, varios estudiantes católicos seguían a un joven sacerdote, Josemaría Escrivá, en medio de diversas peripecias. Cuando se desencadenó la guerra y se comenzaron a incendiar iglesias y a asesinar sacerdotes, Josemaría trata de evitar el círculo vicioso del rencor y la violencia. Eran tiempos peligrosos en los que Josemaría se vio forzado a huir, vestido de civil, escapando del cerco de las milicias anticlericales. Sin embargo, continuó con su trabajo, en ocasiones en los lugares más insospechados, como el Zoo, hasta que sus seguidores le aconsejaron que se escondiese en una clínica para enfermos mentales.

  
Dirección

Dirige Roland Joffé (Londres, 1945), autor de Los gritos del silencio (1984), La misión (1986), Creadores de sombras (1989), La ciudad de la alegría (1992), La letra escarlata (1995), Goodbye lover (1998), Vatel (2000) y Captivity (2007). Las raíces de Joffé se hunden en el teatro británico, donde fue el director más joven de la historia del Teatro Nacional antes de irrumpir en el mundo de la televisión a través de Granada, Thames y la BBC. El éxito de shows del tipo de Coronation Street y The Stars Looks Down le confirieron la oportunidad de perfeccionar su oficio y, al mismo tiempo, le permitieron escribir los guiones de muchos de los shows que dirigió. Su éxito inicial en una serie de documentales dramáticos sentó la base de su primer largometraje, Los gritos del silencio.

  
Referencias
  • Cuando un productor le propuso al británico Roland Joffé la posibilidad de escribir un guión y dirigir una película en la que apareciera el personaje de Josemaría Escrivá, su reacción inicial fue decirle: “muchas gracias, pero no”. Sin embargo, cuando estaba redactando la carta para rechazar el proyecto, reparó en un DVD que formaba parte del material sobre el fundador del Opus Dei que le había entregado. El DVD contenía un vídeo de uno de los muchos encuentros que Josemaría acostumbraba a tener con grupos de personas de diversas partes del mundo. En un encuentro celebrado en Chile, una chica le dijo: "Padre, yo soy judía, pero creo en la religión católica, y mi más ferviente deseo es convertirme al catolicismo; pero soy menor de edad y mis padres no me lo permiten... Josemaría le respondió que debía respetar la voluntad de sus padres y no convertirse sin su consentimiento, y quererles como la mejor hija del mundo". Joffé recuerda: “vi aquel momento del video y pensé: Qué momento más inesperado y maravilloso, sobre todo viniendo de una organización de la cual todo el mundo esperaría que dijera lo contrario. Apagué el DVD, dejé de escribir la carta y me puse mi gorra de guionista. Escribí una escena en la que Josemaría se encuentra junto a un hombre moribundo, al que ya conocía de antes, que le cuenta que es judío y que está pensando en convertirse. Escribí toda la escena de un tirón, mientras pensaba: ‘verdaderamente, me gustaría ver esto en un film. Pero no lo veré nunca si no hago esta película”.
     

  • La financiación de la película constituyó todo un desafío. Cuando el abogado y financiero español Ignacio Gómez-Sancha recibió una llamada de una amiga profesional del mundo de la televisión, proponiendo conocer a Joffé, quien estaba en Madrid intentando conseguir financiación para una película sobre el fundador del Opus Dei, se interesó vivamente por el proyecto. Gómez-Sancha, miembro del Opus Dei, es un gran fan de las películas de Joffé, en especial de La Misión y de Los gritos del silencio. Concertaron una entrevista y al terminar, sellaron el acuerdo. “Roland es una especie de humanista del Renacimiento, es muy honesto y coherente”, dice Gómez-Sancha, para quien Joffé es el director adecuado para dirigir esta película. “Siempre he pensado que la persona idónea para contar la historia de un personaje de izquierdas debe ser alguien neutral o de derechas, porque si lo hiciera una persona de la misma orientación ideológica acabaría contando la historia de forma sesgada o, al menos, desde un punto de vista unilateral. Por lo tanto, pienso que es fantástico que Roland, un hombre agnóstico, casado tres veces y activista socialista en su juventud, sea el guionista, director y productor de una película sobre un santo de la Iglesia Católica. Esto rezuma legitimidad intelectual”.
     

  • Escrivá fundó el Opus Dei (“Obra de Dios”) en Madrid, en 1928; y pocos años después el Opus Dei se convirtió en una de las realidades más destacadas de la Iglesia Católica. Cuando Josemaría falleció en 1975, el Opus Dei estaba presente en numerosos países de los cinco continentes. En la actualidad esta institución de la Iglesia cuenta con 90.000 miembros. Muchos de los que escuchaban a Josemaría se asombraban de que dijera que se podía alcanzar la santidad sin necesidad de hacerse sacerdote o de retirarse a un monasterio. El Papa Juan Pablo II le canonizó en el año 2002 ante una multitud de 500.000 personas en Roma y lo llamó “el santo de lo cotidiano”.
     

  • El título de la película tiene su origen en la expresión que usaban los cartógrafos medievales “Hic sunt dragones” para designar los posibles peligros que podían darse en aquellos lugares de los mapas que estaban aún sin descubrir. “Este título me parecía muy apropiado para esta película", cuenta Joffé, "porque cuando empecé a trabajar en este proyecto me di cuenta de que me estaba metiendo en un territorio desconocido, rozando lo sagrado y adentrándome en el pasado de otro país”. La expresión “Encontrarás dragones” es además una poderosa metáfora de un tema central en la película, que trata sobre el modo de afrontar los desafíos de esta vida; y el camino para superar el rencor y el odio, de modo que la justicia se imponga al deseo personal de revancha.
     

  • Curiosamente, aunque la película refleja con minuciosidad histórica la vida de Josemaría Escrivá, el personaje imaginario de Manolo adquiere una gran peso y dimensión dentro de la película. “A diferencia de lo que le sucede al santo", comenta Joffé, "al pecador le falta todavía llegar a ese punto en el que descubre quién es uno exactamente. Manolo debía tener una gran proyección, ya que se trata, en cierto sentido, de un hermano gemelo de Josemaría. Manolo es la antítesis de Josemaría, pero es también, de algún modo, una parte de él, porque tú no puedes ser del todo bueno sin haber sido menos bueno, o quizá sin haber sido malo. Por esa razón en Manolo estamos representados todos nosotros. Además de encarnar el personaje de Manolo durante la guerra civil española, Bentley se transformó en un anciano de casi ochenta años en las últimas escenas de la película, mediante un largo trabajo que requirió cuatro horas diarias de maquillaje".
     

  • Aunque la acción de la película se desarrolla fundamentalmente en España, con breves secuencias en Roma y en Londres, la película fue rodada fundamentalmente en Argentina y en algunos lugares de España. El equipo pasó dos semanas rodando en la ciudad de Sepúlveda. “Hicimos muchas tomas de la ciudad y de sus maravillosas calles empedradas y las convertimos en una especie de pasajes llenos de barro y tierra. Transformamos la ciudad para hacerla similar a lo que era en 1908, para deleite de sus habitantes, curiosamente”, dice Joffé.
     

  • Su presupuesto ascendió a 35 millones de dólares.

  
Trailer