Nagore

• Dirige Helena Taberna (Navarra) tras Yoyes (2000), Extranjeras (2003) y La buena nueva (2008). Inició su carrera audiovisual en 1986, como coordinadora de Nuevas Tecnologías del Gobierno de Navarra. En ese periodo realizó vídeos didácticos y de creación, documentales y cortometrajes en cine. En 1994 abandonó su trabajo en la Administración para dedicarse por entero a la escritura de guiones y a la producción y realización de trabajos audiovisuales. Es autora de los cortos La mujer de Lot (1990), Busto de un poeta (1990), 87 cartas de amor (1992), Emiliana (1994), Alsasua 1936 (1994), Nerabe (1995) y del documental Recuerdos del 36 (1993).
   
• El guión es de la propia directora quien señala que respecto a su trabajo que "es una forma de trabajar especial, distinta a la que se sigue en una película de ficción. El guión, en este caso, se escribe principalmente en la mesa de edición. Aunque cuando ruedo tengo un punto de intuición que me dice por dónde ir, y que me lleva a conectar con lo que puede interesar conocer al espectador de la historia. En Nagore, quiero ir más allá de la mera noticia, y para alcanzar este objetivo he elegido el formato de cine documental, que se adapta a las particularidades del tema, aportando profundidad, emoción, análisis y reflexión".
   
• En la madrugada del 7 de julio de 2008, durante las fiestas de San Fermín, Nagore se encontró en la calle con José Diego Yllanes, un residente de Psiquiatría al que conocía de vista, ya que Nagore realizaba sus prácticas de enfermería en la misma clínica. Cuando llegaron al domicilio del chico, Nagore quiso marcharse pero éste no le dejó salir. Nagore fue golpeada brutalmente y con las fuerzas muy mermadas, cogió el teléfono y llamó al 112, para pedir ayuda. Apenas tenía fuerzas y su voz resultó inaudible para los servicios de emergencia. Nadie pudo acudir a su rescate y terminó siendo estrangulada por su captor. Yllanes se propuso entonces borrar las huellas del crimen, cargar el cadáver en el maletero de su coche y ocultar el cuerpo en el monte. El cadáver no estuvo escondido mucho tiempo, ya que lo encontró pocas horas después una mujer que había salido a pasear con sus perros. José Diego Yllanes fue juzgado por un jurado popular. Todas las acusaciones encabezadas por el propio fiscal, pidieron veinte años de prisión por un delito de asesinato. Sin embargo, la defensa consiguió que el jurado considerase que no había existido alevosía. En una decisión que sorprendió a todos, el jurado decidió tener en cuenta las argumentaciones de la defensa y condenó a Yllanes por homicidio en lugar de asesinato. Este caso ha abierto una brecha por varios frentes: por un lado, la familia de Nagore sigue con su lucha. En pocos años, si el condenado da muestras de buen comportamiento, le concederán permisos para salir de prisión. La acusación pide justicia por un nuevo crimen de violencia de género, justicia por una chica cuyo único crimen fue decir “no”. Por otro lado, en el ámbito jurídico, se debate la conveniencia o no de usar al jurado popular, una figura compuesta por personas que normalmente tienen pocos o nulos conocimientos sobre derecho.
   
• Según la directora "desde que tuve la primera noticia, las especiales circunstancias que rodearon la muerte de Nagore Laffage despertaron mi curiosidad. Recuerdo que seguí con gran interés el juicio con jurado popular, y me sorprendió la magnitud de la cobertura mediática: los debates que se plantearon durante el desarrollo del juicio y en torno a la propia sentencia, tan contestada por la opinión pública. Todo esto me ha rondado el pensamiento desde entonces, aunque siendo un tema tan sensible era difícil encontrar un enfoque desde el que afrontarlo sin contribuir a una banalización de los hechos. El objetivo era conseguir una mirada que contribuyera a dar profundidad a lo ocurrido y que explicara el impacto que ha tenido este suceso en la conciencia general de la sociedad. Tras estas reflexiones, la propia historia estaba reclamando un enfoque documental. Me pareció que este formato narrativo sería el más adecuado para la historia de Nagore en este momento. Hay muchas cuestiones cuyo tratamiento puede resultar interesante y atractivo, principalmente porque el caso ha estado excepcionalmente expuesto a la mirada pública. El hecho de que el Juez haya abierto las puertas a los medios de comunicación y facilitado imagen y sonido de todo el juicio, es toda una novedad. Por eso mismo, me resulta interesante reconducir la información que se ha proporcionado al público, y analizarla en profundidad desde otra perspectiva. Uno de los puntos determinantes de este proyecto es el papel de la madre de Nagore, Asun Casasola, cuyo testimonio funciona como hilo conductor. Sus vivencias son muy importantes porque a través de ellas conoceremos cómo era su hija".
   
• El director de fotografía es José Luis Pimoulier y la banda sonora está compuesta por Aranzazu Calleja (Pagafantas).
   
• Se presentó en la Semana Internacional de Cine de Valladolid dentro de la sección Tiempo de Historia.
   
• Está producida por Lamia Producciones.
   
• Distribuye Lamia Producciones.