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Carlos Lucas se encrespaba al oír hablar
de El viaje a ninguna parte. Él sabía adónde iba. De otro modo habría
desertado, como tantos de sus compañeros, de un oficio en el que siempre
estuvo en el pelotón. Si acaso, un triunfo de etapa le permitió subir al
podium y ser el centro de atención durante unos minutos. Después, vuelta al
anonimato. Rodaba entre los modestos, empujando al líder. Parece que las
grandes batallas se libran solo delante, pero aquí también hay codazos y
cruces malintencionados. En los bordes de la carretera los rostros quedan
atrás como manchas borrosas. Entre los que pedaleaban a su lado unos
abandonaron por cansancio, otros sufrieron una caída, aquellos fueron
descalificados por no jugar limpio. Pero él seguía dándole al pedal después
de setenta y dos años, esperando ver la pancarta de meta. Carlos Lucas podía
haber sido ciclista. O cosmonauta. O banderillero… Pero fue actor de
reparto. |
- Dirige Santiago Aguilar Alvear
(1959), director y guionista integrante de La Cuadrilla junto a Luis
Guridi, y autor de los largos Justino, un asesino de la tercera edad
(1994), Matías, juez de línea (1996) y
Atilano Presidente (1998), en los
cuales intervino Carlos Lucas.
- Está protagonizada por
Carlos Lucas (1932-2004) quien falleció en Valladolid en las navidades del
2004 rodeado siempre de esa aureola de perdedor tan apreciada por el mundo
del cine y la literatura que tantas veces salpicó su trayectoria. Desde su
aparición como figurante en El tigre de Chamberí (1958), donde se
apuntó porque daban tabaco, hasta Un día
sin fin, última aparición en pantalla, Lucas ha ido dejando guiños
en un centenar de películas, caso de El inquilino, El año de las
luces o La vida sigue igual -vida de Julio Iglesias-, en la que
le dieron una sola frase para acabar doblándole la voz. O en El viaje a
ninguna parte, película de la que renegaba, asegurando que todos sus
viajes tenían una meta. Sus bolos en los teatros de carpa, las actuaciones
en los Ases Líricos de la mano de su padre, su presencia en el Teatro
Circo Tropical, sus giras por Aragón con la compañía de Maruja Gimeno,…
Todos llevaban a alguna parte, insistía el actor. Carlos Lucas fue eterno
segundón en todas las películas en las que participó en vida, más de cien,
y protagonista único en el documental póstumo que homenajea su vida.
- El guión es del propio director en
colaboración con Pepón Montero, quien
estudió en el Instituto Oficial de Radio y Televisión y realizó un Master
de Dirección en el American Film Institute de Los Ángeles. Ha trabajado en
televisión, en publicidad y ha dirigido varios documentales. Aparte de
otros trabajos más o menos alimenticios, codirigió el largometraje de
animación Megasónicos (1997). Es el responsable, junto a su socio
Maidagán, de los guiones de la primera temporada de la serie de televisión
Camera Café, y de la comedia Dos hombres sin destino.
- Según el director "el
registro de estos recuerdos y la investigación paralela se prolongaron
desde el año 2002 hasta la primavera de 2004, cuando Carlos cayó enfermo.
En verano realizamos un montaje de urgencia del material grabado y se lo
enviamos a Valladolid, donde falleció en diciembre. Durante la grabación
habíamos asistido a los deslizamientos de su memoria, esa especie de
conductor excéntrico que en lugar de transitar por la carretera principal
pega un volantazo y te mete por un camino traqueteante al final del cual
bien puede haber una autopista o un precipicio. En nuestras conversaciones
nos habíamos asomado a estos abismos una decena de veces. Son simas
entrevistas: un nombre sin apellidos y una fecha imprecisa, que daban pie
a una situación trágica, divertida o grotesca, tanto da. Cuando intentamos
poner apellidos a los nombres o concretar la datación nos dimos cuenta de
la dificultad de la empresa. La memoria de Carlos era selectiva y los
archivos no guardan registro de las andanzas de cómicos errantes o nombres
que muchas veces ni siquiera figuran en el rodillo de salida de una
película".
- Alvear añade que "cuando hicimos Justino, un asesino
de la tercera edad, que es cuando le conocí, año 1994, le correspondía por
papel -único principal en su carrera- salir en segundo lugar en los
títulos de crédito y él se negaba. Quería salir al final como siempre.
Carlos sólo ganó un premio en su vida, en Peñíscola por su papel de
Sansoncito en "Justino", y se lo dejó olvidado en una pensión".
- El director de fotografía es
José Luis Moreno "Moti" (Un
buen día los tiene cualquiera
Crimen ferpecto) y la banda
sonora está compuesta por La Orquestina
del Valle, cuyoa siete músicos están empeñados desde 1997 en recuperar el
espíritu de las antiguas orquestinas del vermut y de bailes de salón y de
las bandas de pueblo. Además de sus conciertos, la Orquestina del Valle ha
sido cómplice del festival Titirimundi de Segovia desde sus comienzos y ha
colaborado en la obra Cancionero Republicano, de Laila Ripoll con
el grupo de teatro Micomicón (2006-2008). Uno de sus componentes, Pedro
Esparza, se hizo cargo de los arreglos de los tres temas compuestos por
Carlos Lucas y de componer la música original.
- Está producida por
7 Jorobados.
- El documental recoge localizaciones en Madrid,
Zaragoza y también Valladolid, donde Santiago Aguilar paseó con Lucas
antes de su muerte por la plaza Mayor, el café del Norte, los teatros Lope
de Vega y Calderón, los alrededores de la estación y el restaurante Casa
Marco, en el que llegaron a recrear un guión escrito por él mismo.
- Distribuye
7 Jorobados.
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