| películas | crónica | festivales | premios | textos |
  

  

¡Hay motivo!

Año 2004
País España
Estreno 12-11-2004
Género Documental
Duración 100 m.
ZINEMA.COM T. original ¡Hay motivo!
  Dirección Varios
  Intérpretes Varios
  Guión Varios
  Fotografía Varios
   Música Varios
   Montaje Varios
Sinopsis
Esta es una película de largo metraje hecha de 32 pequeñas piezas, de alrededor de tres minutos de duración, más un epílogo. Cada una de las piezas está dirigida por un director distinto y tiene por objeto denunciar algún aspecto de la realidad política y social española que se vio especialmente deteriorada durante la Legislatura del Partido Popular de 2000 a 2004.
    
Referencias
  • Son 32 cortos y un epílogo dirigido por Diego Galán sobre los atentados del 11 de Marzo en Madrid.
     
  • El proyecto surgió para denunciar la política del Partido Popular antes de las elecciones del 14 de marzo de 2004. Los cienastas se sintieron animados por el derecho legítimo a la libre expresión y quisieron abrir los ojos de los ciudadanos y mostrar algunos problemas que el Ejecutivo de los últimos años desatendió, manipuló, obvió o directamente escamoteó a la opinión pública.
     
  • Se pasó a través de Internet y en alguna televisión antes de las elecciones del 14 de marzo de 2004.
     
  • Consiguió una candidatura a los premios Goya, la correspondiente a mejor documental.
     
  • Distribuye Alta Classics.
     
  • Los cortometrajes son los siguientes:

    El plan hidrológico, de
    Pere Portabella. Pedro Arrojo Agudo, profesor en Ciencias Físicas, explica la diferencia entre el agua-vida y el agua-negocio.

    La pesadilla, de Álvaro del Amo. Una visita a Doñana, tras el vertido de la presa de Aznalcóllar, desde un peculiar punto de vista.

    Cerrar los Ojos, de David Trueba. ¿Es la justicia ciega? ¿Debería serlo? ¿Y los que la padecemos?.

    ¿Dónde vivimos?, de Gracia Querejeta. Malos tiempos para la lírica y para ejercer el derecho a tener una vivienda digna.

    La insoportable levedad del carrito de la compra, de Isabel Coixet. O ser pensionista en tiempos de cólera neoliberal. Mal negocio.

    Soledad, de José Ángel Rebolledo. Cada día más ancianos mueren solos en su casa.

    Adopción, de Sigfrid Monleón. El director quiere protestar contra la desigualdad que sufren las parejas homosexuales en un cortometraje, pero no se lo van a poner fácil.

    Por tu propio bien, de Icíar Bollaín. No hay parto sin dolor. Que se lo pregunten a Luis Tosar.

    Adolescentes, de Chus Gutiérrez. Es más fácil prevenir que curar, pero eso sería pedir demasiado a un sistema público de enseñanza cada vez más desatendido.

    El club de las mujeres muertas, de Víctor Manuel. Si las mujeres maltratadas son un asunto prioritario, ¿por qué cada vez hay más? ¿Y por qué los centros de acogida tienen problemas presupuestarios?.

    Se vende colegio, de Pedro Olea. Los “legionarios de Cristo” compran el colegio “Virgen del Bosque”. ¿Quién ampara a los niños y a sus familias?.

    Catequesis, de Yolanda García Serrano. Pilar Bardem cuenta un cuento. El del cura que abusaba sexualmente de menores y el obispo que lo apoyaba. El texto de Juan José Millás.

    Las Barranquillas, de Víctor García León. Nuestro sistema de protección social deja al margen a quien más lo necesita, pero ¿a quién le importa? Son sólo un puñado de yonquis.

    Madrid, mon amour, de Ana Díez y Bernardo Belzunegui. Homenaje a Alain Resnais desde una ciudad cada vez menos vivible.

    Por el mar corre la liebre, de José Luis Cuerda. En 1993, el entonces presidente del Partido Popular y aspirante a la Moncloa, José María Aznar, lanzaba una advertencia premonitoria: “esas cosas se quedan grabadas en video”.

    Arma de destrucción mediática, de Miguel Ángel Díez. España es así, la Audiencia condena, el Consejo de Europa advierte, pero Urdaci sigue dirigiendo el Telediario.

    Manipulación, de Imanol Uribe. La información está manipulada en los medios de titularidad pública. ¿Podemos refugiarnos en los privados?.

    Mis treinta euros, de Fernando Colomo. Inaugurar cosas siempre queda bonito. Es una lección política que nos viene de tiempo atrás. Y, total ¿qué son treinta euros?.

    Doble moral, de Juan Diego Botto. Hay víctimas de “otros terrorismos” que también reclaman nuestra solidaridad. Y la merecen.
    Verja, de Alfonso Ungría. Ceuta, tierra de nadie. Miles de aspirantes al refugio y al asilo político viven un presente de futuro cada vez mas incierto y verjas cada vez más altas.

    Español para extranjeros, de José Luis García Sánchez. Curso de español rápido para cubrir las necesidades más básicas de los que nos visitan. O cómo obtener transporte, comida y techo.

    ¿Legalidad?, de Daniel Cebrián. Guantánamo: ¿Error o delito? ¿Por qué llamar ‘limbo jurídico’ a algo que cualquier código penal serio tipifica como secuestro?.

    Muertos de segunda, de El Gran Wyoming. El ejecutivo lamenta, pero no condena. La familia de un ciudadano español, asesinado durante el desempeño de su labor para nuestra mejor información, da la cara.

    Yak – 42, de Manuel Gómez Pereira. Lo normal era que el gobierno hubiese apoyado, compartido, e incluso liderado la justa ira de los familiares de los militares muertos en el accidente. Lo normal era eso.

    La pelota vasca, de Julio Médem. Médem no aprende. Sigue peligrosamente empeñado en que la gente diga lo que piense. Como si hablando fuésemos a entendernos.

    Kontrastasun (Versos de Gabriel Celaya), de Mireia Lluch. Esculturas de Eduardo Chillida y versos de Gabriel Celaya para una forma distinta de posicionarse contra la violencia terrorista. Pese a que el gobierno insista en que la única válida es la suya.

    Cena de capitanes, de Pere Joan Ventura. Los hombres de mar defienden al capitán del Prestige y señalan al gobierno por utilizarlo como cabeza de turco.

    Mayday, de Manuel Rivas. Un barco lanza una llamada de auxilio. Las costas gallegas se llenan de fuel-oil y el fondo marino, de hilitos. El ministro de fomento acaba siendo condecorado.

    Técnicas para un golpe de estado, de Vicente Aranda. La reacción y la involución política cuentan hoy con aliados más sutiles, pero no menos peligrosos, que los sables y los tanques.

    El pasado que te espera, de Mariano Barroso. O una lista de motivos reales para votar a un partido que apoya la gestión del ejecutivo en la última legislatura.

    La mosca cojonera, de Antonio Betancor. No es un pájaro, no es un avión, no es Aznar, no es Fraga. Es Ramón Fontseré. Hay que verlo.

    Epílogo, de Diego Galán. La mentira de estado, como arma electoral, tiene dos filos.