| Hendrik
McDonald es un jefe de estación ferroviaria de Sudáfrica de mediana edad. Vive en medio
de ninguna parte con su esposa, Katrien, y sus dos hijos, Emma y Willem, de 18 y 9 años
respectivamente. Los tiempos están siendo duros para esta familia sencilla: Katrien acusa
mucha soledad; cuatro años atrás, Willem dejó de hablar, y desde entonces ha
permanecido mudo; Hendrick pretende que todo es normal, pese a que su familia se está
desmoronando. Su cerrazón no hace sino aumentar la distancia entre él y su esposa e
hijos. Una mañana, muy temprano, el opresivo silencio del campo se ve alterado por el
rugir de un león; los vagones que transportan a los miembros y los animales de un circo
se desenganchan accidentalmente en la estación durante la noche. El tren parte al día
siguiente, pero el payaso, cansado de sus viajes, decide quedarse, lo que nadie sabe,
excepto Willem. El payaso se oculta en las dependencias de la estación, donde Willem le
visita frecuentemente. Entre ambos surge una gran amistad. El payaso enseña a Willem
trucos de magia y, por primera vez en años, éste ríe de nuevo. |
