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La cenizas de Ángela

Año 1999
País USA-Reino Unido
Estreno 21-01-2000
Género Drama
Duración 148 m.
ZINEMA.COM T. original Angela's ashes
  Dirección Alan Parker
Intérpretes Emily Watson (Angela McCourt)
Robert Carlyle (Malachy McCourt)
  Michael Legge (Frank adolescente)
   Ciaran Owens (Frank joven)
  Joe Breen (Frank niño)
   Guión Alan Parker
     Laura Jones
Fotografía Michael Seresin
Música John Williams
Montaje Gerry Hambling
Sinopsis
En 1935, muchas familias irlandesas solían abandonar su país, devastado por el hambre, para ir a América. La familia McCourt hizo justamente lo contrario. Después de la muerte repentina de su hija Margaret, con tan sólo siete semanas, Angela y Malachy, su marido alcohólico y sin trabajo, embarcan en el puerto de Nueva York con destino a Cork. Les acompañan sus cuatro hijos: Frank, Malachy hijo y los mellizos Eugene y Oliver. Vuelven a una tierra de la que el pequeño Frank sólo ha oído decir que es "una tierra donde no hay trabajo y donde la gente se muere de hambre y frío".
    
Referencias
  • El director es Alan Parker, cuyo último trabajo para la pantalla fue Evita (1996), y que es autor de otras películas como El expreso de medianoche, Fama, Arde Mississippi o Los commitments.
     
  • Se basa en el libro autobiográfico de Frank McCourt publicado en 1996 y ganador del Premio Pulitzer. El autor ha publicado una segunda parte ambientada en Estados Unidos y titulada Lo es.
     
  • Está protagonizada por Emily Watson (Rompiendo las olas, The boxer, Hillary y Jackie) y Robert Carlyle (Full monty, Ravenous) actualmente en El mundo nunca es suficiente.
     
  • El papel del joven Frank está interpretado por Ciaran Owens, protagonista de The butcher, de Neil Jordan y visto en Agnes Brown.
     
  • El equipo técnico está formado por colaboradores habituales de Parker como su director de fotografía, Michael Seresin o el montador, Gerry Hambling.
     
  • Para encontrar a los protagonistas infantiles se entrevisto a más de 15.000 niños.
     
  • El pueblo irlandés donde se desarrolla la acción, Limerick, se ha transformado en un centro de atracción turística a raíz del éxito del libro.
     
  • La banda sonora fue compuesta por John Williams tras Star wars, episodio 1.
Crítica

Alan Parker ha optando por la adaptación de una novela de éxito para la realización de su última película, Las cenizas de Ángela. No suele ser extraño que Parker, director comercial que busca el éxito a cualquier precio, recurra a un material que previamente ha demostrado sus posibilidades de conquistar el mercado. En esta ocasión ha optado por el drama en estado puro diseccionando a una familia cuya vida discurre marcada por la miseria más absoluta, y cuya única originalidad es la de haber retornado de Nueva York a Irlanda en un momento en el que el viaje se realizaba en sentido contrario debido a la prosperidad que parecía garantizar Estados Unidos.

Superado este punto de partida, la película, sumida en el vacío más absoluto, se convierte en una sucesión de acontecimientos dramáticos que, no sólo llegan a resultar reiterativos, sino que apenas suponen aporte alguno a la evolución de la personalidad de los personajes.

El protagonista, y autor de la novela en la que se inspira la películas, es Frank McCourt, un joven que padece la situación por la que atraviesa su familia, que intenta salir adelante en un entorno hostil y que, inconscientemente, añora el Nueva York que dejó en su infancia. La idea no es nueva y ha tenido distintos acercamientos a lo largo de la historia del cine siendo muchas, y algunas muy destacadas, las películas que han abordado el tema del descubrimiento del mundo y el paso a adulto de jóvenes en entornos sociales muy diferentes. La introspección que exige este personaje, en lugar de ser resuelta cinematográficamente por Parker, se apoya en el recurso fácil de una voz en off que relata lo que está aconteciendo y lo que piensa el protagonista dejando todo lo poco que tiene que contar perfectamente cerrado.

En consecuencia, Parker descarga todo el peso de la película sobre las magnificas interpretaciones de los actores. Tanto la labor de Emily Watson, como la de Robert Carlyle o la del muchacho en los tres estadios de su vida es espléndida. Pero no sólo eso, también encuentra el soporte idóneo en sus rostros recurriendo a la utilización primeros planos de forma indiscriminada que resulta especialmente petulante al retratar a los pequeños hijos del matrimonio. Revestido de una aureola formal de calidad impecable, Parker vuelve a demostrar que es un director al servicio de la industria haciendo asépticas propuesta que, a pesar de todo, le han proporcionado un personal estilo.

N.A.