JUANA DE ARCO - ZINEMA


	Juana de Arco
		Año	1999
		País	Francia
		Estreno	28-01-2000
		Género	Drama
		Duración	148 m.
ZINEMA.COM		T. original	Jeanne d'Arc
		Dirección	Luc Besson
		Intérpretes	Milla Jovovich (Juana de Arco)
			John Malkovich (Carlos VII)
			Faye Dunaway (Yolanda de Aragon)
			Pascal Greggory (Duque de Alencon)
			Vincent Cassel (Gilles de Rais)
		Guión	Luc Besson
			Andrew Birkin
		Fotografía	Thierry Arbogast
		Música	Eric Serra
		Montaje	Sylvie Landra
Sinopsis
Juana de Arco nació en el pequeño pueblo de Domremy en 1412. no sabía leer ni escribir, pero se pasaba el día rezando y decía oír voces y tener visiones. A los 13 años, un supuesto mensaje de Dios le dice que ella es la elegida para liberar a Francia del yugo inglés durante la Guerra de los Cien Años. Al mando de los ejércitos del delfín Carlos VII, conquista Rheims para su coronación como rey de Francia. Poco después, es capturada por los ingleses, que la juzgan por brujería y la condenan a morir en la hoguera en mayo de 1431. Tenía solamente 19 años.

Referencias
*Está dirigida por Luc Besson, autor de películas como El gran azul, Nikita* o El quinto elemento. El director Matthieu Kassovitz (El odio), ha participado en el proyecto como ayudante de dirección. Está protagonizada por la top model, Milla Jovovivh, quien asumió el papel de tal manera que interpretó algunas de las escenas mas arriesgadas, incluso la escena de la quema en la hoguera en la que no se utilizaron efectos digitales. La propia actriz le descubrió a Luc Besson, su novio en aquel momento, el parecido que tenía con Juana de Arco. También interviene Dustin Hoffman, interpretando al personaje de la conciencia de Juana. Otras versiones de Juana de Arco fueron rodadas por Cecil B. DE Mille, Otto Preminger y especialmente Carl Th. Dreyer.** En Estados Unidos, el titulo original, Joan of Arc, fue sustituido por el de The messenger: the story of Joan of Arc por su coincidencia con el de una serie de televisión rodada recientemente y emitida en Tele 5. *Otros intérpretes destacados son Vincent Cassel (Doberman)Tchéky Karver (Nostradamus).* La película fue rodada en orden cronológico.
Crítica
En un principio resulta estimulante enfrentarse a la forma que tiene de interpretar el personaje de Juana de Arco un director como Luc Besson, que se ha caracterizado por ofrecer una mirada contemporáneo-futurista en el cine. Presentada como una gran superproducción europea, en la que no se han escatimado medios para conseguir una reconstrucción lo más realista posible de la Europa medieval, la película adolece de un imperante tono esteticista (tanto de ambientación como, especialmente, en la caracterización de los personajes) que, en general, provoca un cierto distanciamiento. Besson huye de un tratamiento narrativo basado, por ejemplo, en la discontinuidad o en flash-backs, y se ha decidido por dotar a la película de una linealidad cronológica que está claramente estructurada en tres partes, asimilándose a un retablo de tres tablas. La primera de ella se remonta a la infancia de Juana de Arco, a la que se presenta como una niña obsesionada por la religión y con un acusado sentimiento de culpa, que se reforzará con la muerte de su hermana mayor tras la invasión al poblado en el que viven por parte de las tropas inglesas. Este conflicto interno de la muchacha le provoca alucinaciones en las que cree mantener contactos con Dios. Una elipsis temporal presenta a Juana de Arco ya adulta, como mensajera de Dios en la tierra, cuya misión es la de conducir las tropas francesas contra los ingleses. En la corte a la que se dirige, el rey Carlos VII y Yolanda de Aragón confían en Juana y acceden a concederle lo que solicita. Besson opta por desarrollar hasta el más mínimo detalle esta parte de la película alargando desproporcionadamente las escenas de la corte. Todo ello, posiblemente, con el objetivo de dar chance a los personajes interpretados por John Malcovich y Faye Dunaway que, de otra forma, quedarían un tanto deslucidos. Las escenas bélicas que se suceden a continuación muestran un trabajo digno de elogio por parte de Besson que resalta especialmente cuando recurre a la utilización de objetivos largos que sumergen a la protagonista en su ejército. A pesar de todo, no consigue hacer creíble que una mujer capitanease a cientos de hombres; lo que remata con unos impresentables momentos en los que intenta contrastar la fortaleza de Juana con su condición de mujer de la época que, por lo visto, eran incapaces de tolerar los juramentos y palabras soeces de los hombres. Finalmente, la parte final del tríptico queda reservada al juicio y ejecución de la sentencia que la condena a morir quemada en la hoguera. En esta parte de la vida de Juana de Arco, que difícilmente puede ser superada tras el trabajo realizado por Carl Theodore Dreyer en 1928, Besson -tal vez consciente de ello- por fortuna huye de todo artificio, tanto durante el Juicio como durante la quema, a pesar de los sencillo que le hubiera resultado. Desgraciadamente la puntilla la pone Dustin Hoffman con su presencia, quien interpreta a la conciencia de la Santa y que más bien se asemeja al Obi-Wan Kenobi de La guerra de las Galaxias. Finalizar haciendo justicia a la labor interpretativa de Milla Jovovich, una modelo que no deja de serlo y al servicio de la cual, justificadamente en este caso, está realizado el largometraje. N.A.